Políticas

Políticas de Investigación

Haciendo uso de sus atribuciones, el CDCHT en su reunión ordinaria de fecha 7 de octubre de 2009, ha establecido las siguientes políticas de Investigación.

Políticas de fomento a la investigación

1. Promover la capacitación del personal docente y de investigación en cuanto a líneas orientadoras de la labor investigativa de la UCAT.
2. Fomentar la intervención multidisciplinaria (incluyendo a profesores y alumnos de pre grado y post grado), a fin de plantear y resolver problemas, de manera integral desde los modos de investigación institucionales.
3. Promover la participación de los sectores sociales de la Región, en las investigaciones, creando conciencia de situaciones problemáticas, fomentando el desarrollo y beneficiándolos con los resultados de la investigación.
4. Propiciar y motivar la búsqueda impetuosa de financiamiento de proyectos de investigación con recursos externos provenientes de organismos públicos y privados.
5. Propiciar alianzas por medio de la suscripción de convenios de cooperación interinstitucional para realizar investigaciones con otras organizaciones.
6. Fomentar y apoyar la formación de investigadores.
7. Promover la creación y consolidación de grupos de investigación y estimular su permanencia.
8. Fomentar y motivar a profesores y alumnos a participar activamente en redes de investigación nacionales e internacionales, congresos, symposium, concursos de investigación nacionales e internacionales, conferencias y cualquier otro evento, así como en programas de promoción al investigador.

Políticas de Investigación: (acción)

1. Elaborar o aprobar programas o proyectos de investigación, procurando que exista un desarrollo armónico entre éstos y las variables e indicadores de Responsabilidad Social Universitaria (RSU) (Proyecto de la universidades confiadas a la compañía de Jesús (AUSJAL), a la cual la UCAT pertenece), referidas a: proyectos desarrollados bajo principios éticos y preservación del medio ambiente, que incorporen la problemática de desarrollo sustentable y equitativo orientándose hacia la sociedad del conocimiento.
Establecer un orden de prioridades de investigación vinculadas con las líneas de investigación aprobadas por el CDCHT (Salvo en el caso de los trabajos de ascenso, cuyo trabajo corresponda con actividades relacionadas con la asignatura que imparte el profesor, conforme lo establece el Reglamento del Personal Docente y de Investigación de la UCAT.)
2. en función de los problemas del país y de la región.
3. Garantizar la divulgación de los resultados de: los proyectos aprobados por el CDCHT, la investigación realizada por los alumnos de pregrado, postgrado, cuando resulten mención publicación o con una calificación igual o superior a dieciocho puntos (en la escala del 0 al 20); así como de los trabajos de ascenso cuando se determine que el trabajo cumple con los méritos reglamentariamente establecidos para ser publicado.
4. Velar por el cumplimiento de las normas que rigen la investigación en la UCAT.
5. Garantizar la sostenibilidad y relevancia, en la labor investigativa. Esto implica que:
a. El campo de acción de la investigación residirá en las líneas de investigación de los programas de pregrado y postgrado, manteniendo la exigencia hacia niveles elevados de productividad y calidad investigativa y racionalización de esfuerzos y recursos disponibles.
b. Se propicie el desempeño honesto para alcanzar resultados intelectualmente válidos y novedosos, relevantes a las necesidades de la institución, de la región y del país.
c. En lo posible demostrar márgenes reales de autosuficiencia financiera, a través del acceso a fuentes externas.
6. Evaluar permanente de las tareas de investigación y de sus resultados. Lo que implica:
a. Revisar periódica e integralmente los resultados de las investigaciones, examinando los aspectos de calidad técnica, grado de pertinencia con las prioridades institucionales, la existencia de mecanismos adecuados para su desarrollo y transferencia, su potencial y validez como aportes intelectuales novedosos, creativos y útiles.
b. Corregir errores y alcanzar mayor efectividad en los resultados finales. Toda investigación será sujeta de evaluación y los investigadores tendrán que rendir cuentas sobre su desempeño, cumpliendo los cronogramas de actividades previstos.
7. Interactuar con diversos sectores de los ámbitos nacional e internacional. Esto comprende buscar establecer nexos de cooperación, con otros Centros de Educación Superior y de investigación nacionales o extranjeros, para generar un intercambio de información científico-técnica y actualizar el nivel del trabajo institucional.
8. Formular recomendaciones en cuanto a normas, estrategias y procedimientos que contribuyan a optimizar el funcionamiento de los programas de investigación.

POLÍTICAS DE POSTGRADO

La UCAT es una institución de educación superior, sin fines de lucro, de carácter privado, fundada inicialmente como Extensión de la Universidad Católica Andres Bello en 1962. El 26 de Julio de 1982 fue decretada su autonomía como Universidad Católica del Táchira según Decreto Presidencial Nº 1567, publicado en Gaceta Oficial Nº 32.524 de fecha 17 de Julio de 1982 y sus documentos protocolizados en la Oficina Subalterna de Registro Publico, en fecha 14-12-82, bajo el Nº 18. Tomo 1 adicional, folios 84 al 88 de Protocolo Primero.

I Proyecto Universitario

Las bases fundamentales de su Proyecto Universitario las recoge el Estatuto Orgánico y se pueden sintetizar de la siguiente manera.
Pretende servir a la sociedad local, nacional e internacional mediante una contribución eminentemente universitaria y a partir de una visión trascendente de la realidad y de la vida. Es capaz de inspirar a la persona humana y estimularla a un conocimiento cada vez mas profundo, reflexivo y critico de todo patrimonio y proceso cultural verdaderamente humano.
Su visión cristiana le lleva a creer que el hombre es la meta y el fin de la cultura. Por ello, la conservación, transmisión y desarrollo del saber, que configura el quehacer universitario, no constituyen un estancamiento en el pasado o en el saber mismo, sino la comunicación a los hombres de hoy es una reflexión secular que les ayude a conocerse mejor. Pretende, por lo mismo, el dialogo de esa sabiduría anterior con la conciencia actual y convoca a los diversos saberes a encontrarse desde el interés por el hombre.
Desea que la sociedad se renueve, e intenta, en consecuencia que su imprescindible trabajo académico de teorización se mantenga en permanente referencia a la sociedad y contribuya a transformarla.
Concibe la vida universitaria no solo como un concierto de saberes, sino también como una comunidad de personas y de grupos. Parte de su servicio consistirá precisamente en el esfuerzo por brindar un modelo de convivencia y de progreso en los que el dialogo respetuoso prevalezca sobre las tendencias oponentes y disgregadoras.
Como promotora de la ciencia, la cultura y el progreso se inspiran en un definido espíritu de democracia, justicia social y solidaridad humana y estará abierta a todas las corrientes del pensamiento universal, las cuales se expondrán y analizaran de manera rigurosamente científica.

II. Misión universitaria

1. Servicio a la ciencia y a la cultura. La misión de servicio en lo referente a la ampliación del conocimiento humano y su participación activa en el servido a la ciencia y la cultura se concreta en definir, desarrollar y transmitir unos valores humanos, sociales y cristianos a través de su acción académica y científica.
Esta misión de servicio se manifiesta en “buscar la verdad acerca de la naturaleza, el hombre y Dios, descubrirla y comunicarla a los jóvenes universitarios y a toda la sociedad, en la firme convicción de que la verdad es un valor fundamental sin el cual desparecen la libertad, la justicia y la dignidad del hombre”. (Constitución Apostólica Ex Corde Ecclesiae).

2. Servicio a la sociedad. Esta prioridad debe orientarse con luminosidad a apoyar un pujante anhelo a favor de un orden político, económico y social más justo y más humano, que supere las barreras discriminatorias, basado en el respeto, la tolerancia y la solidaridad y que conduzca al afianzamiento de la dignidad humana en libertad, en bienestar y en el respeto al pluralismo.
Para la UCAT este servicio se concreta en la formación de profesionales calificados, que desde sus valores humanos, sociales y trascendentes, como personas responsables y activas, trabajen en pro del cambio y mejora de la sociedad en todos sus niveles. Por ello, es necesario examinar los valores y normas dominantes en la sociedad y en las culturas modernas esforzarse por colaborar en la solución de los problemas especialmente los que afectan a los mas desfavorecidos.

III. Valores en la educación de los alumnos

La Universidad Católica del Táchira entiende que los valores dan el sentido mas elevado y profundo del esfuerzo humano y deben ser una realidad libre y libremente aceptada, que nadie puede imponer desde afuera.
1-Valores humanos fundamentales.
– Ser Personas libres. Con capacidad de vivir su propia originalidad con apertura a los demás y en el respeto a la libertad y la dignidad de la persona humana.
– Profesionales calificados. Conformación integral referente a su formación profesional, capaces de tomar decisiones y de llevar a cabo su labor en la sociedad con la suficiente capacidad de reflexión y madurez personal y conocimientos técnicos.
– Personas responsables y flexibles. Capaces de asumir las consecuencias de sus acciones, demostrando actitudes de flexibilidad y adaptación, imaginación creativa y espíritu innovador.
– Hombres para los demás. Que superen el individualismo y el egoísmo en la vida, en las relaciones y en el ejercicio de su profesión.
– Personas en actitud de servicio y de solidaridad. Preocupadas por ayudar a los demás, abiertas a los intereses ajenos en una interdependencia personal con otros grupos a nivel universal y que tiendan a colaborar sobre todo cuando se trate de los mas débiles y desfavorecidos.
2-Valores sociales para la convivencia
– Dialogo interpersonal. Personas que sepan escuchar, enterarse de las razones y motivos de los demás, respetar y estimar los sentimientos y opiniones distintos de los propios.
– Sentido critico. Con habito de reflexión, de discernimiento de lo positivo y negativo, de las capacidades e incapacidades que las personas, los grupos y las realidades de la vida ofrece.
– Respeto mutuo. Con estima de los demás aunque piensen, crean o vivan de una manera distinta a la propia suya, con actitud de comprensión ante sus actuaciones.
– Educación para la paz. La Cultura de Paz comprende un conjunto de valores, comportamientos y actitudes que reflejan el respeto a la vida, al ser humano y a su dignidad, es decir, ponen en primer plano los derechos humanos y el rechazo a la violencia en todas sus formas.

IV. Principios básicos de la Universidad

En la investigación. La UCAT es consciente de la importancia creciente de la Investigaciónen la ampliación del conocimiento humano en todas sus facetas, y máxime en un mundo cambiante, complejo y desigual, al que hay que aportar soluciones validas desde una perspectiva eminentemente universitaria. En su labor de investigación se respetara tanto la libertad de las personas como las peculiaridades y métodos propios de cada disciplina. En consecuencia, se apoyara en:
-Interdisciplinariedad y transdisciplinariedad.
Aunque cada disciplina se enseñe de manera sistemática y según sus métodos, la interdisciplinariedad debe ayudar a los profesores y a los estudiantes a adquirir una visión completa de la realidad y a desarrollar un deseo incesante de progreso intelectual. En esta línea, la teología, la filosofía y las ciencias sociales pueden prestar un cierto apoyo a las otras disciplinas en su búsqueda de significado, ayudándolas a examinar de que modo sus descubrimientos influyen sobre las personas y la sociedad. En definitiva, es necesario promover entre toda una síntesis del saber, al objeto de determinar el lugar correspondiente y el sentido de cada una de las diversas disciplinas en el marco de una visión integral de la persona y del mundo.
-Preocupación ética y moral.
Puesto que el saber debe servir a la persona, la investigacióndebe realizarse atendiendo a las implicaciones éticas y morales, inherentes tanto a sus métodos como a sus descubrimientos, y dichas implicaciones deben ser consideradas como parte integrante de la enseñanza de esas mismas disciplinas.
La UCAT asume como suyas las palabras de Juan Pablo II en su discurso ante la UNESCO el 2. VI. 1980: “Es esencial que nos convenzamos de la prioridad de lo ético sobre lo técnico, de la primacía de la persona humana sobre las cosas, de la superioridad del espíritu sobre la materia. Solamente servirá a la causa del hombre, si el esta unido a la conciencia. Los hombres de ciencia ayudaran realmente a la humanidad solo si conservan el sentido de la trascendencia del hombre sobre el mundo, y de Dios sobre el hombre”
-El reto de la Telemática:
La UCAT es consciente y reconoce el planteamiento del futuro de la universidad, pues, si bien es verdad que tres funciones importantes de las casas del saber (creación, preservación y transmisión del pensamiento) están siendo transformadas por los constantes avances de las telecomunicaciones (radio, televisión, cable, Internet), sin embargo existen cuatro funciones centrales (certificación profesional, educación moral, socialización científica y critica social) que no pueden ser fácilmente desarrolladas por las redes telemáticas. Debido ha ello, la universidad, se propone establecer los lineamientos y parámetros que conduzcan a una formación integral apoyada en la tecnologías de información y comunicación, tanto en el ambiente tradicional como en el virtual, propiciando escenarios acordes a la construcción del conocimiento en la nueva era de la sociedad de la información.
-La superespecializacion de los expertos:
El conocimiento científico viene creciendo exponencialmente, apoyado en las tecnologías de información y comunicación, de una manera acelerada.La raíz de este fenómeno radica en el auge creciente de la especialización.
Los supearespecializados expertos quienes deben conocer más y más acerca de menos y menos han tenido que buscar refugio en entidades ajenas a la universidad como organizaciones consultoras, departamentos corporativos de investigación e institutos gubernamentales y privados quienes soportan financieramente los altos costos de la creación de conocimientos muy especializados.
-La formación de la persona pensante e integral:
La persona debe ser siempre la gestora del saber y de la cultura porque es la íntima célula de la sociedad.
La cultura universitaria ha ido poniendo su acento bien en la ciencia por la ciencia, bien en el servicio a la sociedad pero sometiendo la educación y la universidad a toda clase de presiones e intereses externos y extraños, bien en la formación profesional de la persona de espaldas al todo social.
Existe una corriente mundial que pretende renovar la conciencia educativa de los denominados aprenderes. Son aprenderes que resaltan la matriz social de toda educación.
El estudiante deberá aprender a ser y a hacerse pues ellos deben constituirse en los obreros de su propia construcción y elevación.
Hay que resaltar que no se trata de un conjunto de reglas que cualquiera ha de seguir meticulosamente para hacer ciencia. Se trata de un marco destinado a favorecer la creatividad y la colaboración. El método describe los diversos grupos de operaciones que el científico ha de realizar en el cumplimiento de sus diversas tareas. Podríamos definirlo como un esquema normativo de operaciones recurrentes y relacionadas entre si que producen resultados acumulativos y progresivos.
-Evaluación y acreditación:
Ha sido el mundo empresarial quien se ha obsesionado por las exigencias de los ámbitos de la calidad y de la excelencia, la eficacia y la competitividad. Ello exige la pauta de planificar, ejecutar y evaluar propósitos, acciones y resultados.
La acreditación consiste en dar fe, desde fuera, de la responsabilidad de las acciones.
Por ello creemos necesario establecer una distinción a la hora de evaluar y acreditar: en primer lugar, la universidad como tarea y quehacer del conocimiento y de la ciencia y, ensegundo término, como emprendimiento humano.
Evaluarse es un deber ético de toda persona natural o jurídica y con mayor razón debe ser un imperativo de la universidad formada por hombres que buscan lo superior a través de la formación integral de la persona pensante.
Para la universidad la calidad no puede ser estática pues su alma posee una vocación ascensional, pues debe aspirar a ser siempre superior a si misma, a ascender para remontarse sobre su propia excelencia.
La competencia ha de ser de la universidad consigo misma para elevar sus propios niveles de excelente calidad. La academia cada día tiene que repensar la calidad de la educación y su consecuente verificación y valoración ya que debe interpretar las aspiraciones de la sociedad que desea asegurar la calidad de los resultados educativos. Lamentablemente la heterologación ha arrojado resultados perversos en muchas universidades del primer mundo pues se abandona la calidad para cumplir y llenar los requisitos normativos. El formalismoha superado el espíritu. Pero la universidad como emprendimiento humano, es también una nueva empresa y por ende esta sometida a la critica y a la indagación, por parte de sus actores, del cumplimiento de su misión, de sus fines y de sus resultados. La medición de esta tarea es imprescindible como una carta de navegar en situaciones cambiantes y mediales.
Lo que si mide el nivel de una institución universitaria es su vigor institucional y su decisión inquebrantable de darle cada día mayor aprecio y estimulo. No importa cuanto sea sino que viva en ascenso. Hay que medirlas como las virtudes y los valores: mejor que definirlos y cuantificarlos es apreciarlos y ponerlos en práctica. Este tenaz entusiasmo por alcanzar metas cada día mayor es el mejor índice de la fortaleza institucional de una universidad. Todos lo percibirán y apreciaran, aunque nadie lo mida y cuantifique.
-Responsabilidad social:
Los nuevos tiempos han cambiado la visión de la institución universitaria tradicional en la que su función central se ha apoyado en mayor proporción en la proyección social y la extensión universitaria y, ha enfocado sus políticas hacia una función holística, la cual exige que todos los que conforman la institución universitaria se involucren unánimemente en un proyecto de promoción social de los principios éticos y de desarrollo social equitativo y sostenible, produciendo y transmitiendo saberes responsables y la formación de profesionales de excelente calidad técnica y humana, socialmente responsables.