Las ciencias de la religión, en la cultura occidental, y, especialmente en la cultura cristiana, han constituido ramas del saber plenamente autónomas y dedicadas a un quehacer auténticamente científico. Superado ya un ambiente excesivamente positivista que fue característica del pasado siglo y comienzos del presente, hemos retornado a un sano reconocimiento de las ciencias hermenéuticas, ciencias que liberan al hombre del sin sentido del mundo y de la historia.
Estas ciencias hermenéuticas se constituyen en derredor y por fuerza de una metafísica. La metafísica especial que estudia al ser supremo, como soberana intelección del misterio del ser en sí, abre las mentes a las ciencias de la religión que son, en pocas palabras, el conjunto del saber que, desde las alturas de la ontología y con ayuda de la crítica y de la historia, ofrece sólidas respuestas a los anhelos e investigaciones que de la trascendencia vive y realiza el hombre.
Con su método propio que tiene las características del método trascendental, centrado en lo histórico genético y de crítica racional, y, con sus propios objetivos, estas ciencias poseen un estatuto científico de ya larga tradición y fecundos resultados para una real interpretación del mundo y de la historia.
Para responder a las exigencias actuales del desarrollo cultural y de la integración de las áreas culturales y científicas la Facultad de Ciencias de la Religión se fija como objetivos primordiales los que a continuación se señalan:
1. Fomentar el estudio y la investigación del fenómeno religioso y sus variadas expresiones históricas como marco teórico para una compresión integral del hombre y de su proyecto histórico. Entendemos el fenómeno religioso como un hecho genérico, no como una confesionalidad específica.
2. Establecer un diálogo interdisciplinar entre las diversas áreas del saber humano, tomando como perspectiva y punto de referencia las ciencias de la religión. Este diálogo interdisciplinar permitirá a las ciencias positivas superar su innata tendencia hacia el positivismo cerrado, y a las ciencias religiosas superar su innata tendencia a un dogmatismo cerrado y acrítico.
3. Proporcionar a las ciencias positivas una inspiración humanista y humanizante el diálogo intenso con las ciencias del espíritu. Este contacto con las ciencias del espíritu permitirá al proyecto histórico latinoamericano en general y al proyecto histórico venezolano en particular encaminarse por la vía de una liberación integral que abarque la totalidad de los aspectos de la sociedad y de la historia.
4. Contribuir a la elaboración de un proyecto histórico global para la sociedad, que no se deje absorber por el inmediatismo de las visiones a corto plazo, sino que esté fundado en visiones o cosmovisiones de corte trascendente y de proyección histórica futurista. Las ciencias del espíritu, particularmente las ciencias religiosas, conseguirán infundir al saber humano este sentido de la trascendencia y de la constante superación histórica.
5. Rescatar el puesto central del Humanismo en la Universidad, como presupuesto para un adecuado diálogo interdisciplinar, que respete la identidad y los métodos de cada una de las ciencias.
Cursos de Pedagogía Religiosa.
Jornadas interdisciplinares.
Ciclos de conferencias y encuentros para laicos.
Cursos y Diplomados.