“Cristo camina con su pueblo, y el pueblo camina con su Salvador y Redentor”, es el lema de la “procesión por la fe y esperanza por la vida”, que ha convocado el Obispo Mario Moronta junto con los sacerdotes de la Diócesis de San Cristóbal para este viernes 1 de marzo.
La procesión comenzará a las 8 de la mañana, desde dos templos: la Basílica de Táriba con la imagen de la Virgen de Consolación y desde la parroquia Santa Rosa de Lima en La Concordia con la imagen del Santo Cristo, y el Santísimo Sacramento, para encontrarse en la Avenida Antonio José de Sucre, en la Pasarela de Barrancas, donde se elevará una plegaria por Venezuela.
“Convocamos a todo el hombre de buena voluntad, creyente o no creyente”, dijo el Obispo en rueda de prensa este miércoles, haciendo la invitación a toda la colectividad a participar. “Aunque hayan problemas, la Iglesia esta no solamente con su gente caminado sino fortaleciendo la fe, la esperanza, en una cruzada por la vida”.
También desde diversas parroquias de la ciudad y comunidades aledañas, saldrán procesiones con los fieles y sus sacerdotes para participar de la procesión.
Invitó el Obispo a quien participe que lleven la bandera de Venezuela, de la Iglesia, de la Virgen, y de las naciones donde se encuentren los familiares migrantes, “para orar por nuestros país, y por ello”.
En la procesión será llevado el Santísimo Sacramento. “Nos vamos a encontrar con la presencia viva de Dios, para demostrar a los que optan por la violencia, la represión, o a quienes se burlan del pueblo, que nosotros tenemos una dignidad, y queremos construir un país lleno de paz”.
Desde la Pasarela de Barrancas, el Obispo impartirá la bendición con el Santísimo Sacramento a Venezuela, en sus cuatro puntos cardinales, y a la hermana República de Colombia.
También el Obispo hizo un llamado a que se abra la frontera, “mi llamado es a las autoridades correspondientes a que se abra la frontera, hay muchas personas en los puentes: enfermos y ancianos esperando para ir hacerse el tratamiento médico, estudiantes para ir clase, y trabajadores que necesitan el paso abierto”, indicó.
Finalmente reiteró la necesidad de abrir urgentemente un canal “más que humanitario, fraterno, ya que la palabra ‘humanitario’ pareciera que asusta a algunos. Nosotros no somos dos pueblos enemigos, la frontera no es una líneas divisaría sino un punto de encuentro”.
(Prensa DiócesisSC)