Los cambios en la violencia y el delito en Venezuela fue el tema protagonista, el viernes 17 de noviembre, en la Universidad Católica del Táchira. En un foro que reunió a Roberto Briceño León, Rina Mazuera y Freddy Crespo, investigadores del Observatorio Venezolano de Violencia, y a más de 240 asistentes; se creó, desde el Táchira, el espacio oportuno para pensar unode los mayores problemas de la sociedad venezolano: la inseguridad.
“No se puede ser profesionales exitosos en sociedades fracasadas”, fue una de las frases destacadas,con la que el padre Wilfredo González, Rector de la UCAT, dio inicioal encuentro académico. Freddy Crespo, criminólogo de la Universidad de Los Andes, continuó con la primera de las exposiciones, enfocada en el aumento de los suicidios y linchamientos en la espiral de violencia venezolana.
La normalización y legitimación de la violencia como forma de acción para resolver conflictos y como expresión de la frustración y la tensión social fueron algunas de las razones, expuestas por Crespo, para entender el alza de ambas formas de violencia. “Según la revisión hemerográfica, en 2017 se han registrado 139 suicidios en Mérida. De igual forma, en prensa, se reseñan de dos a cuatro intentos de linchamientos mensuales”, precisó el investigador.
La distribución geográfica de Mérida y la justificación del linchamiento como forma de justicia social son algunas de las variables, indicadas por Crespo, que dificultan tener cifras exactas de este fenómeno criminal. “El linchamiento se ha convertido en una forma de expresión social, en la que la violencia conduce la recomposición social a través de la violencia misma, supliendo los canales institucionales”, dijo.
La proyección del académico sobre la propagación de ambos tipos de delitos no es alentadora. “Bajo este contexto no solo se van a incrementar los suicidios y linchamientos, sino que lo hará la violencia generalizada, en la que estas conductas pasen a ser patrones normales”, manifestó Crespo.
La violencia en la frontera
La acción de grupos irregulares armados en la frontera no podía faltar en un foro sobre violencia realizado en Táchira. La extorsión y el secuestro como rasgos propios de la delincuencia organizada en la regiónfue el centro del análisis llevado acabo por Rina Mazuera, coordinadora del OVV-Táchira.
En julio en el Táchira este tipo de bandas delincuenciales destacó dentro de la lista de victimarios, 17,6% de los delitos fueron cometidos por ellos. “La acción de estos grupos irregulares gira alrededor de dos actividades propias de la economía informal desarrollada en la frontera: la extorsión y el contrabando”, indicó Mazuera.
Delitos por hambre, extorsión y las ejecuciones extrajuduciales, fueron los temas elegidos por el sociólogo y director del OVV, Roberto Briceño León, para precisar en los cambios de la violencia en el país. Exponiendo la evolución del delito desde 1984 hasta 2017 y la institucionalidad como detonante de la violencia.
Ponencias que lograron unirse a través de una ronda de intervenciones de los asistentes, donde estos, junto a los ponentes, pudieron pensar a profundidad el tema. El evento cerró a las 12 del mediodía, luego de 3 horas dedicadas a pensar uno de los flagelos que más perturba el desarrollo de la sociedad venezolana.
Manuel Roa