¡GRACIAS!
Tal vez este sea uno de los términos más usados por toda la humanidad, y al mismo tiempo uno de los que encierra mayor significado. Las letras que lo componen se quedan cortas al momento de enaltecer el trabajo y esfuerzo común que nos ha permitido culminar con éxito este año académico 2020-2021.
Todos han sido protagonistas desde sus diferentes roles, y la participación de cada uno ha sido indispensable. Desde aquel con mayor responsabilidad hasta quien pueda considerarse con una responsabilidad menor, ha hecho posible este logro. Un logro que nos lleva a repetir con orgullo: “la Universidad Católica no se detiene, y tu futuro tampoco”.
A todos nuestros docentes: gracias por seguir siendo constructores del futuro de nuestra sociedad. Gracias por forjar con sus conocimientos y habilidades a tantos jóvenes que nos vienen confiados. Por haber multiplicado esfuerzos y horas de trabajo a lo largo de este año; por haberse adaptado a las nuevas tecnologías para transmitir el saber. No ha sido sencillo, pero la dedicación y el esfuerzo de todos nos han permitido lograrlo.
A cada uno de nuestros estudiantes: gracias por creer y apostar a nuestra Universidad. Por seguir formando parte de este sueño, que, a pesar de las dificultades, camina siempre a un mejor porvenir. Ustedes exaltan nuestro presente y son la esperanza de nuestro futuro. Sí, un futuro que exige tesón y esfuerzo, un compromiso que todos tienen por delante, y que, cada día, asumimos con esperanza.
A los miembros del personal directivo académico, administrativo, empleados y operarios: gracias por todo el trabajo realizado, por la dedicación y el sentido de pertenencia que le han distinguido durante este tiempo. Su labor ha sido esencial, y el esfuerzo de cada uno ha permitido la operatividad de la Universidad. Gracias por la paciencia y la constancia, por el tesón que nos ha permitido llegar hasta este momento. El compromiso es ahora mayor, cada uno está llamado a seguir aportando su esfuerzo para continuar ofreciendo un servicio de calidad. Unamos voluntades y apostemos por seguir mostrando a la Universidad Católica como la pionera de la Educación Universitaria en nuestra región.
Cada uno ha sido un engranaje importante en este proceso. Gracias por creer y contribuir. La responsabilidad es grande, pero los frutos, vistos en cada rostro de los que conforman esta gran familia UCATENSE, son una clara demostración que vale la pena seguir adelante. Ánimo, que la sociedad, nuestras familias, y esta Universidad espera de cada uno de nosotros la mejor versión que podemos dar de cada uno.
Que el Santo Cristo de La Grita y Nuestra Señora de la Consolación de Táriba, Patronos del Táchira, continúen acompañándonos en la senda del servicio fraterno, la excelencia académica y el progreso del país.
San Cristóbal, 30 de julio de 2021, en la víspera de la Fiesta de San Ignacio de Loyola, Día del Egresado Ucatense.
El Consejo Rectoral.